Aunque nada suena tan atractivo como una relajante ducha caliente después de un día ajetreado, tomar una ducha fría podría ser mucho mejor para ti. Los beneficios del agua fría para la salud y la belleza van mucho más allá de un simple remedio para despertarte por las mañanas. Y, de hecho, incluso puede ayudarte a volver a ponerte tus jeans ajustados mucho más rápido.
Hemos recopilado los beneficios de bañarse con agua fría, espero te sirvan:
Puede ayudarte a perder peso
Si alguna vez has intentado perder peso, sabes lo agotador que puede ser. Afortunadamente, hay algunas maneras fáciles de perder los kilos de más, y darse una ducha fría es una de ellas. Cuando expones tu cuerpo al frío, las células de grasa marrón se activan, las cuales, a su vez, generan calor y te ayudan a quemar calorías más rápido.
Puede ayudarte a dormir mejor
Aunque la mayoría de las personas están acostumbradas a tomar una ducha o baño caliente antes de acostarse, tomar una ducha fría puede ser igual de efectivo. El agua a esa temperatura reduce los niveles de la hormona del estrés, ayudándote a relajarte y conciliar el sueño más rápido. Tomar una ducha fría también puede mejorar su estado de ánimo y aumentar las hormonas para sentirse bien, previniendo el insomnio.
Puede beneficiar varias partes de su cuerpo.
Además de despertarte por la mañana y ayudarte a sentirte renovado, las duchas frías estimulan el nervio vago. Afecta a casi todas las partes del cuerpo, incluidos el intestino, el corazón, la vesícula biliar y los órganos de fertilidad. Ducharse con agua fría puede ser especialmente beneficioso para los riñones, porque el agua fría reduce los niveles de ácido úrico, lo que ayuda a los riñones a lidiar con su carga tóxica más fácilmente.
Puede hacer que tu cabello brille
Si quieres que tu cabello esté lleno y saludable, gastar mucho dinero en champús y acondicionadores costosos podría no ser suficiente. Algo tan simple como bajar la temperatura del agua puede beneficiar a tu melena y darle un brillo natural. A diferencia del agua caliente, el agua fría no reseca el cabello, mientras que cierra y fortalece las cutículas capilares. Cuando te lavas el cabello con agua ligeramente fría, mantienes intacta la capa de sebo, una barrera naturalmente lubricada que tu cabello necesita para mantenerse hidratado.