La lactancia materna a largo plazo puede prevenir la obesidad en la edad adulta, incluso cuando se consume una dieta rica en grasas.
Así lo confirmaron estudios en ratones dirigidos por investigadores de diversas instituciones gallegas. Los resultados fueron publicados en la revista Nature Metabolism.
Este estudio podría conducir a nuevos estudios que expliquen los mecanismos responsables de este efecto protector a través de la proteína hepática FGF21 y comprender mejor los beneficios metabólicos a largo plazo de la lactancia materna.
“Por primera vez, hemos descrito mecanismos por los cuales la lactancia materna previene el desarrollo de la obesidad, con efectos a largo plazo en la edad adulta”, dijo Luisa Seoane, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN).
Los datos obtenidos muestran que las crías de roedores conservan estos efectos protectores incluso cuando se exponen a una dieta alta en calorías.
Proteína que provoca la quema de grasa
Según los autores, este fenómeno podría explicarse por la liberación de una proteína conocida como factor de crecimiento de fibroblastos 21 (FGF21) en el hígado que puede llegar al hipotálamo.
Esta área del cerebro juega un papel importante en la regulación del gasto y uso de energía del cuerpo.
Una vez en el hipotálamo, el FGF21 activa los receptores de dopamina, un neurotransmisor con múltiples funciones biológicas. Esto a su vez aumenta la actividad de la grasa parda, un tipo especial que quema calorías y aumenta el gasto de energía.
De esta forma, la lactancia materna a largo plazo provoca cambios fisiológicos duraderos en el transporte hígado-hipotalámico y la regulación metabólica hipotalámica, constituyendo un mecanismo protector contra la obesidad.
Incertidumbres y desafíos por resolver
La dieta materna y la alimentación neonatal se consideran determinantes del desarrollo neurológico y las respuestas conductuales que pueden influir en la salud metabólica de por vida.
Sin embargo, aún se desconoce el mecanismo por el cual la lactancia afecta el balance energético a largo plazo. “Nuestro estudio describe por primera vez la existencia de mecanismos alterados por la lactancia materna que tienen efectos permanentes a lo largo de la edad adulta e involucran órganos periféricos como el hígado, el tejido adiposo y el cerebro”, explica Xian.
Aunque esta es la primera vez que se describe un mecanismo para los efectos beneficiosos de la lactancia materna, los investigadores dicen que «se necesita más investigación para comprender mejor los beneficios metabólicos de la lactancia materna y determinar si estos efectos también ocurren en humanos a través de estudios clínicos». ,» él admitió. Dura mucho”, concluye el investigador del CIBEROBN.