Seamos sinceros, de todas las disciplinas en los Juegos Olímpicos, una de las favoritas de todos los tiempos ha sido la gimnasia y en esta edición de París 2024, la gimnasta brasileña Rebeca Andrade y las estadounidenses Simone Biles y Jordan Chiles han demostrado que no sólo son las mejores del mundo sino que, además de ser competidoras, tienen una gran amistad y se apoyan mutuamente.
A lo largo de la competencia, estas gimnastas han demostrado que si gana una, ganan todas. Al final de cada evento, sin importar el puntaje, las vimos abrazándose, felicitándose y dándose la mano, demostrando que efectivamente, los Juegos Olímpicos unen al mundo de manera pacífica a través del deporte.
A pesar de que Jordan Chiles brilló en las competencias de grupos y Simone Biles es llamada “La Cabra”, Rebeca Andrade ha representado con orgullo a Latinoamérica y ha demostrado que es tan buena como las dos anteriores y las estadounidenses así lo reconocen. La brasileña es una gran competidora y merecidamente ganó el oro en la final de suelo, dejando a Biles en segundo lugar y a Lee en tercer lugar. Sin embargo, al recibir sus medallas, nos regalaron un momento que define la hermandad entre las atletas.
En el podio, mientras Rebeca Andrade se situaba en el centro, Simone Biles ocupaba el lugar de la izquierda y Jordan Chiles el de la derecha y aplaudían a la brasileña desde sus respectivos lugares, provocando euforia entre las presentes en el estadio y dando lecciones de hermandad y camaradería. El emotivo momento fue captado por los fotógrafos y rápidamente se viralizó en las redes sociales.