Incluso si no nos gusta la suciedad o los productos químicos en nuestras manos, a veces es fácil para nosotros no usar guantes para limpiar nuestra casa. Sin embargo, no somos conscientes del daño que le podemos estar haciendo a nuestras manos, ya nuestra salud en general.
Por eso te compartimos 3 motivos para que empieces a usarlos para las diferentes tareas de limpieza que tienes en casa. ¡Tomar nota!
Químicos dañinos
Nuestras manos entran en contacto con productos químicos, especialmente al lavar los platos, que con el tiempo deterioran el aspecto y la salud de la piel y las uñas.
En la superficie, muchos productos parecen inofensivos, pero la verdad es que pueden ser responsables de muchas alergias e irritaciones en la piel.
Los guantes son una excelente protección para evitar el maltrato de manos y uñas. Aun así, te recomendamos revisar los componentes de los jabones y detergentes que utilices y tratar de utilizar en la medida de lo posible aquellos que tengan compuestos naturales.
Los guantes de limpieza son una barrera para diversas enfermedades.
Las bacterias siempre están presentes en nuestro hogar, por mucha limpieza que hagamos. Al no usar guantes, tenemos más probabilidades de enfermarnos.
Gran parte de la suciedad puede quedar atrapada debajo de las uñas, aunque nos lavemos las manos perfectamente. Para evitar un mayor contacto con agentes nocivos, el uso de guantes es ideal.
- Si no los usa, puede que le resulte incómodo al principio y puede que le lleve tiempo acostumbrarse. Por ello, sigue estas recomendaciones:
- Hay guantes de limpieza de diferentes tallas, intenta utilizar los que mejor se ajusten a tu talla (los puedes encontrar habitualmente en tallas pequeña, mediana y grande).
- Los puedes encontrar con acolchado de felpa, que cuida un poco más tus manos, por si tienes alergia al látex. Si no, cualquiera de estos puede funcionar para usted.
- Los guantes también tienen su período de vida y suelen romperse. Para que duren más tiempo, después de usarlos enjuágalos con agua limpia mientras los tienes puestos y luego sécalos perfectamente. El jabón tiende a picarlas y por eso se rompen con más facilidad.
- Después de quitárselos, lávese muy bien las manos.
Cuidado con el agua caliente
Nuestras manos están en contacto no solo con productos químicos a la hora de limpiar, sino que en ocasiones utilizamos agua caliente para eliminar la mugre o algún otro tipo de suciedad en la cocina.
Y lo sabemos, pueden ocurrir accidentes y quemarnos, ya sea con el agua o con el borde del recipiente que utilicemos, sobre todo si tiene partes metálicas. Los guantes de limpieza pueden proteger nuestras manos de quemaduras y evitar que se sequen y se vuelvan ásperas.