La moda de los piercing está a la orden del día, y es que este negocio se ha visto en aumento en los últimos años. Hoy es día es difícil encontrar a algún adolescente que no lleve un piercing en su cuerpo. Pero, ¿realmente están informados de los riesgos e infecciones que estos pueden acarrear?
Su Piercing estaba infectado, esto le pasó
Si se infecta un Piercing, esto deberías saber
Piercing hecho por uno mismo
La primera pregunta que te debes hacer es ¿me lo hice yo mismo o en una tienda? Los piercing que están hechos por uno mismo son más propensos a infecciones debido a que no se dispone de las condiciones adecuadas ni las herramientas correctas para perforar. Nosotros te recomendamos que recurras siempre a un especialista para evitar que puede infectarse el piercing.
Zonas propensas a infecciones
Si acabas de salir de la tienda es muy complicado que el piercing esté infectado. La infección suele notarse a la semana de habértelo hecho. Existen una serie de zonas del cuerpo que son más propensas a infecciones, como por ejemplo: oído, genitales o labio. En estas zonas deberías estar más pendiente y así evitarás posibles infecciones.
Enrojecimiento e infamación persistente
Una vez hecho el piercing, es normal que la piel esté un poco rosada, pero si el enrojecimiento no ha desaparecido o no se ha puesto de un color más oscuro pasados unos días, es posible que si lo tengas infectado. Observa también si existe algún tipo de inflamación, ya que sería otro factor que indicaría que tenemos una infección.
Grado de dolor
Es importante saber el grado de dolor de la zona. Tócate la zona pasados unos días de habértelo hecho, ya que sería normal durante unos días tener un poco de dolor y picazón en la zona. Si después de una semana te duele al tocártelo, es muy posible que tengas una infección.
Notar calor en la zona
Otro de los síntomas habituales de infección de un piercing es notar calor al tocar la zona. De modo que si sientes caliente el área perforada, deberás prestar especial atención.
Escalofríos o nauseas
¡Ojo! Si te sube fiebre y además tienes escalofríos y náuseas es una clara señal de que tienes problemas. Esto significa que tienes una infección en el piercing o, peor aún, en tu sistema. En este caso, consulta con tu médico de cabecera.