¿Alguna vez te has preguntado por qué está inclinada la torre de Pisa? Aquí te diremos todo sobre el tema, ya que tiene algunas curiosidades muy interesantes.
La torre inclinada de Pisa es el campanario de la catedral de Pisa, contruido en el Campo de los milagros.
Empecemos con un poco de historia…
Su construcción se inició en el año 1173 d. C. con la construcción de la losa de 3 metros de profundidad y sobre ella se empezaron a construir los muros. Cuando el edificio llegó al tercer piso, se notó que empezaba a inclinarse.
Hablamos de una torre de 14.500 toneladas de peso construida sobre cimientos de 3 m de profundidad apoyados en suelo de arena y limo. Por estudios geotécnicos previos a la construcción en la época, los justos.
Esto inclinó a la Torre de Pisa:
¡Unos lumbreras! Esto inclinó la torre aún más debido al hundimiento de los cimientos en mayor proporción del lado ya más hundido que del otro por el aumento de peso justo en ese lado.
La construcción duró 199 años, y las varias paradas en la misma durante un tiempo fue una de las razones que permitió que el suelo se compactara.
El suelo arcilloso compactado ha sido la razón por la que la torre no ha colapsado y ha resistido cuatro terremotos sin caerse. Sin embargo, si se dejaba así sobre ese tipo de suelo, esta joya terminaría colapsando. Así que tocaba «jugar» a la ingeniería moderna.
Los ingenieros modernos calcularon el centro de gravedad de la torre, y de los cálculos se concluyó que la torre se derrumbaría si se alcanzaba una pendiente de más de 5,44 grados.
La torre se cerró en 1990 para repararla. Se cavaron 361 agujeros de 40 metros de profundidad y se inyectaron en el suelo 90 toneladas de hormigón por esos agujeros. (Eso vienen a ser 361 columnas de 13 pisos de altura «hincadas» en el suelo).
En argot de cimentación se hicieron pilotes bajo la losa. Es como poner columnas que atraviesan la capa de suelo inestable y se «clavan» en la capa estable de suelo, más profunda, para mantener la losa igualmente estable.
Después se removió la tierra del lado menos hundido de la torre para que esta se hundiese de ese lado y redujese su inclinación a los cuatro grados originales, y por fín se usaron anclajes de acero para fijar las bases de la torre en el suelo estabilizándola.
Se podría haber dejado la torre vertical pero no se quería que la torre perdiese su fama y valor turístico por la inclinación. Y tras confirmar que podría aguantar sin inclinarse 300 años, se reabrió la torre al público.
Y es que las cosas en proyectos se hacen «De Pacio», no «De Pisa».